Si ves algunas algas en tu sistema, siempre es preocupante, pero ¿es realmente una señal de peligro? Esto es lo que explicaremos en este artículo. Vamos a hablar sobre lo que son las algas y de dónde vienen, si algunas algas son buenas o malas y cómo se pueden prevenir.
¿Qué son las algas?
Las algas son una clase de plantas superiores que pueden crecer en diferentes entornos, ya sea en aguas dulces o saladas. Existen dos tipos principales de algas: macroalgas y microalgas. Las macroalgas son la variedad de algas que más se consideran como plantas debido a su tamaño y su forma.
Estas incluyen algas verdes, algas pardas, algas rojas y algas de coral. Las microalgas también se conocen como fitoplancton y consisten en organismos microscópicos como cianobacterias, diatomáceas y algas verdes unicelulares.
Las algas están compuestas por microorganismos simples que forman una estructura compleja. Tienen la capacidad de absorber nutrientes y luz solar mientras producen oxígeno.
¿De dónde vienen las algas en tu sistema hidropónico?
Cuando hay algas en tu sistema hidropónico, la primera pregunta es ¿de dónde vinieron? Esto no es siempre fácil de responder, pero hay varias teorías comunes.
La teoría más aceptada es que la luz solar y los nutrientes equilibrados son los principales culpables de la aparición de algas. Si hay exceso de luz solar o un exceso de nutrientes, esto aumenta el riesgo de que aparezcan algas.
Otros factores que pueden contribuir son el exceso de humedad o temperaturas altas. Estas condiciones juntas son una receta perfecta para que crezcan algas.
¿Podrían algunas algas ser beneficiosas?
Es posible que algunas algas sean beneficiosas para tu sistema hidropónico. Esto es especialmente cierto si se trata de macroalgas como los musgos o las algas rojas. Estas algas son más grandes que las microalgas y, cuando crecen en tu sistema, pueden ofrecer beneficios como mejorar la estructura del sustrato, prevenir la erosión y ayudar a neutralizar los nutrientes del agua. Esto puede ser especialmente beneficioso para los cultivos de plantas al aire libre, donde estas algas pueden servir como una barrera para la erosión.
Sin embargo, aunque algunas algas pueden ser beneficiosas para tu sistema hidropónico, esto no significa que todas lo sean. Las microalgas como las cianobacterias (algas verdes) o las diatomáceas pueden ser problemáticas para algunos cultivos. Estas algas pueden crecer en exceso y tomar nutrientes esenciales del sustrato, lo cual afecta la salud de las plantas.
Control y prevención de algas
Hay varias maneras de tratar el exceso de algas en tu sistema hidropónico. La mejor manera de controlar las algas es prevenirlas. Esto se puede hacer reduciendo la luz solar y los nutrientes equilibrados. Debes evitar el exceso de nutrientes y asegurarte de que el sustrato esté bien ventilado.
También hay algunos tratamientos químicos que puedes intentar. Estos químicos se usan para eliminar algas en los acuarios y también pueden funcionar con sistemas hidropónicos.
Un enfoque natural es usar un organismo como una ranita. Las ranas, sapos y otras criaturas vivas pueden controlar las algas al comerse a los organismos consumidores de algas. Estos organismos no dañarán el equilibrio de tu sistema mientras alimenta a los organismos y previene que las algas se proliferan.
También se pueden intentar algunos métodos mecánicos, como el aclarado mecánico donde se bombea el agua a través de un filtro para eliminar los organismos de algas.
La mejor manera de prevenir las algas es evitar el exceso de luz solar y nutrientes. También puedes intentar medicamentos químicos para controlar las algas.